Publicado el 06/05/2022
Los aceites esenciales
Las plantas están en nuestro planeta desde mucho antes de que el ser humano existiera. Forman parte de nuestro entorno y de nosotros mismos.
Desde hace siglos acompañan a nuestro cuerpo y mente.
Los aceites esenciales, los más puros, con una alta vibración (recuerda que nuestras células vibran y todo contiene energía) penetran en nuestras células; desde que lo aplicamos en nuestra piel, tardan 2 minutos a pasar al torrente sanguíneo y desde ahí, en 20 minutos ya está en las células de nuestro cuerpo.
Son regeneradoras celulares, a través de nuestro olfato, cuando son inhalados. Estas moléculas, traspasan la barrera hematoencefálica debido a que son muy pequeñas y modulan nuestro sistema nervioso, antes de que la persona “se de cuenta de lo que está pasando”,
Por tanto, es una gran herramienta a la hora del trabajo sobre las emociones. Favorecen entre otras cosas la activación de los neurotransmisores como la dopamina, la serotonina, etc.
Son antisépticos. Todos, en mayor o menor medida, matan virus, hongos, bacterias y parásitos. También nos ayudan a subir nuestra frecuencia energética, ya que muchos de los aceites tienen una frecuencia mucho mas alta que la de nuestros cuerpos.
Los aceites nos ayudan a eliminar toxinas como los metales pesados del cuerpo y son potentes antioxidantes al ayudarnos a eliminar los radicales libres, etc.