Publicado el 22/07/2025
𝐂u𝐫𝐜𝐮𝐦𝐚
Son muchos los beneficios de la cúrcuma para la salud. En Occidente se usa para reducir la inflamación y cuidar el hígado, pero en la India se receta como tónico general.
La cúrcuma, es una de las especias más saludables. Tiene un aroma intenso, amargo y algo picante, y un color amarillo dorado que le viene dado por los curcuminoides. Estas sustancias, junto a la curcumina, su principal componente, explican sus notables cualidades terapéuticas.
En la India, según la zona, se la conoce como haldi (en hindi), halud (en Bengala), gauri, haridra o el nombre inglés: turmeric. También se emplea la expresión "azafrán de la India".
Tanto la cúrcuma de la India (Cúrcuma longa) como la cúrcuma de Java (Cúrcuma xanthorrhiza), menos habitual, pero de idénticas propiedades culinarias y medicinales, pertenecen a la familia del jengibre: las cingiberáceas.
Las cuatro principales propiedades por las que con más frecuencia se recomienda actualmente la cúrcuma son:
Contra la inflamación, se atribuyen claros efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Contienen asimismo un aceite esencial con zingibereno, polisacáridos y sales minerales como hierro y potasio.
La curcumina, que no es soluble en agua, sí tiene en cambio una gran capacidad para disolverse en grasas y estimular la secreción de bilis. Por ello contribuye a metabolizar las grasas y contribuye indirectamente a reducir el colesterol.
Diversos estudios han demostrado su capacidad para reducir los niveles de histamina en los procesos inflamatorios.
Actúa sobre la modulación de eicosanoides, como las prostaglandinas inflamatorias, y puede estimular la actividad de dos enzimas, el glutatión transferasa y el glutatión peroxidasa, responsables de regular la respuesta del organismo ante un proceso inflamatorio, lo que facilita la eliminación de los materiales de desecho.
Su uso en tal sentido está muy extendido en la India, para el tratamiento de procesos artríticos y artrósicos, con la ventaja añadida de que no genera irritación gástrica.
Proteger el hígado
Pero la principal virtud de la cúrcuma es su actividad hepatoprotectora. Supone una ayuda de primer orden para aliviar los problemas digestivos, como dispepsias, flatulencias y diarreas, sobre todo cuando están relacionados con alteraciones hepatobiliares.
La cúrcuma aumenta y fluidifica la bilis, con lo que ayuda a digerir las grasas, reduce la inflamación hepática y devuelve al hígado sus funciones de filtraje. Es muy útil como reparador hepático en hepatitis no agudas y para prevenir la formación de cálculos biliares, pero al aumentar la producción de bilis.
Por su capacidad para estimular el flujo biliar, se le atribuye también un ligero efecto sobre el colesterol LDL.
La curcumina, asimilada en la dieta, puede limitar la extensión del tejido graso, inhibiendo el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos o angiogénesis. Por ello se ha recomendado en terapias de adelgazamiento.
Como siempre, hay que consultar con los profesionales y no tomar indiscriminadamente, todo necesita un pequeño control